En una época donde el arte tiende cada vez más a lo inmediato y evidente, el artista colombiano Carlos Escandón propone una experiencia radicalmente significativa: una invitación a la percepción ambigua y a la profundidad en movimiento que nos detiene.

Carlos Escandón. Serie "Look". Cortesía de Carlos Escandón
Carlos Escandón (1972, Colombia) no comenzó su carrera como artista en una edad temprana. Transcurrieron años hasta que hizo escucha de su vocación. Sin embargo, su formación en ingeniera puede que haya dejado un legado "técnico" en su manera de percibir y desarrollar el arte.
La aproximación de Carlos Escandón al arte cinético no es simplemente formal o técnica, sino casi filosófica: el ojo del espectador no busca aquí certezas, sino revelaciones parciales; no encuentra una imagen clara y fija, sino una simultaneidad de presencias que se descubren, conviven y se confunden a través del movimiento de nuestro propio cuerpo.
Desde hace varios años, Carlos Escandón, afincado en Colombia, ha volcado su energía creativa en explorar los límites del cinetismo, movido por un espíritu perfeccionista y una pasión sincera por los retos complejos. Lo cinético, ante él él, se presenta como una negociación entre lo físico y lo visual.


Carlos Escandón. Serie "Bricks". Cortesía de Carlos Escandón
En sus obras "Tributo" y "Look" hace evidente la intencionalidad: que cada punto de vista revele, en realidad, un entretejido de imágenes, sin que ninguna se imponga del todo. Como si la obra se negara a ser leída de una sola manera gracias a su tridimensionalidad. Piezas dinámicas, desafían la percepción y el movimiento, consiguiendo crear efectos casi hipnóticos que mantiene al espectador vinculado a la obra.
La serie "Tributo" adopta su propio diálogo y estilo para plantear un homenaje visual a aquellos grandes maestros que marcaron la historia del arte. Figuras como Pablo Picasso, Joan Miró, Gustav Klimt, Enrique Grau, Vincent Van Gogh, Fernando Botero, David Manzur, o Andy Warhol, Carlos traslada su juego de percepción y movimiento a clásicos de arte, creando una obra totalmente nueva que parte del legado del pasado.

Cada pieza está compuesta por tres elementos: dos imágenes laterales que aluden a obras emblemáticas del artista homenajeado y una imagen central que revela su rostro y firma. El color aquí, opera como agente generador de profundidades difíciles de descubrir y adivinar sin el movernos por el espacio.

Carlos Escandón. Serie "Look". Cortesía de Carlos Escandón
La obra de Carlos Escandón no busca respuestas fáciles ni una contemplación pasiva. Exige tiempo y exploración. Cada pieza parece una coreografía visual de fragmentos que, experimentando a través de materiales y color, se niegan a alinearse del todo, como si la imagen —como la memoria— estuviera siempre en proceso de construcción. En su propuesta, el cinetismo se convierte en metáfora de la mirada contemporánea: múltiple, incierta, pero profundamente enriquecedora.


