La comprensión de los cuatro aspectos del color —tono, saturación, luminosidad y matiz— se ha desarrollado a lo largo de los siglos, pero el entendimiento sistemático y la clasificación moderna de estos aspectos surgieron en el contexto de la ciencia del color y la teoría del color durante los siglos XVIII y XIX.
En el ámbito del diseño, el arte y la teoría del color, estos términos son fundamentales para entender cómo percibimos los colores y cómo se pueden manipular para lograr efectos visuales específicos. Memorízalos, y ponlos en práctica.
Estas características son lo que nos permite crear una gama infinita de colores a partir de unos pocos tonos básicos. En el diseño gráfico, la fotografía o la pintura, entender cómo manejar estos aspectos es clave para generar efectos visuales y emocionales.
Tono (o "Hue" en inglés)
El tono es lo que normalmente entendemos como el "color" en sí mismo. Es el aspecto básico del color, lo que distingue el rojo del azul, el verde del amarillo, etc. Se refiere a la longitud de onda de la luz que vemos, que a su vez depende de la frecuencia de esa luz.
En una rueda de colores, el tono se representa de manera circular y es una forma de organizar los colores primarios, secundarios y terciarios. Los tonos se miden en grados dentro de un círculo, de 0° (rojo), 120° (verde), 240° (azul) y así sucesivamente.

Saturación
La saturación indica la intensidad o pureza del color. Un color altamente saturado es brillante y vívido, mientras que un color con baja saturación aparece apagado o grisáceo.
Cuando un color se desatura, le añadimos blanco, negro o gris, lo que disminuye su intensidad y lo hace más "sucio" o apagado. Un color completamente desaturado es el gris, que no tiene tono ni intensidad.
- Alta saturación: un color puro y vívido (rojo brillante, azul eléctrico).
- Baja saturación: un color más suave, pastel o grisáceo (rojo apagado, azul deslavado).
Ejemplo de imagen alta saturación
Ejemplo de imagen baja saturación
Luminosidad (o "Value")
La luminosidad hace referencia a la **cantidad de luz** que refleja un color. En otras palabras, es lo claro u oscuro que parece un color. Un color con alta luminosidad es claro (como el amarillo o el rosa claro), mientras que uno con baja luminosidad es oscuro (como el negro, el azul marino o el verde oscuro).
La luminosidad se puede ajustar añadiendo blanco (para aclarar el color) o negro (para oscurecerlo). Es lo que determina si un color parece "iluminado" o "sombrío".
- Alta luminosidad: colores claros (amarillo claro, celeste).
- Baja luminosidad: colores oscuros (marrón, azul marino).
Ejemplo de imagen alta luminosidad
Ejemplo de imagen baja luminosidad
Matiz
A veces sinónimo de "tono", el matiz no es siempre considerado un aspecto independiente, pero en algunos contextos se usa para referirse a la variación de color dentro de un tono específico. Es una forma de matizar o cambiar un color añadiendo diferentes mezclas de otros colores. En el uso más técnico, el matiz se refiere a los matices sutiles dentro de un tono que varían dependiendo de su saturación y luminosidad.
Por ejemplo, un "rojo matizado" podría referirse a un rojo con un toque de azul o de amarillo que cambia ligeramente su tono original.