Harald Küppers (1928-2021) fue un químico y físico alemán, conocido por sus contribuciones en el campo de la química cuántica, particularmente en el estudio de la estructura molecular y las interacciones químicas. Es especialmente reconocido por sus investigaciones en el ámbito de la espectroscopía y la teoría de los átomos y moléculas.

© Marc Strohfeldt
Küppers ha trabajado en el desarrollo de métodos teóricos para entender mejor los procesos químicos a nivel molecular, y ha sido un pionero en la combinación de la física cuántica con la química. A lo largo de su carrera, ha sido profesor en diversas universidades e instituciones, influyendo en la formación de nuevas generaciones de científicos.
Aunque ha trabajado en varios aspectos de la física y la química, su investigación sobre los aspectos fundamentales de la estructura molecular y la dinámica de las reacciones químicas ha sido una de sus principales áreas de enfoque.
Al igual que Newton y Ostwald, Harald Küppers desarrolla su teoría del color desde la variable de la ciencia y la fisiología (luz, espacio y percepción). Por ende, el Küppers afirma que “el color no es más que una mera percepción del órgano del sentido visual del contemplador” (Küppers. Fundamentos de la teoría de los colores, 1978:8) alejándose de cualquier componente psicosocial del color.
Küppers rebate la definición de «estímulo de color», planteándola como un efecto producto de la luminocidad, una variable proveniente de la física. Así, los rayos lumínicos no son colores sino que estimulan al órgano para que este perciba sensación de color. Según Küppers, el color es relativo, ya que se encuentra directamente condicionado por la luz que esté recibiendo el cuerpo/objeto determinado. Como la luz no es casi nunca homogénea, se habla de la distinción de sectores espectrales. Según cambie el sector espectral de la luz, cambiará también el sector espectral del cuerpo que recibe la luz.

De manera similar a Ostwald, define los tres colores primarios como el azúl violáceo, el rojo y el verde, del que degeneran ocho colores elementales: azúl-cian, azúl-violáceo, rojo-anaranjado, rojo-magenta, verde, amarillo, blanco y negro. Estos se representan en un prisma hexagonal y lo define como la Ley de Mezcla Integrativa, combinando la mezcla aditiva y sustractiva en un mismo prisma. Este sistema de códigos determina un número infinito de matices de color. Küppers afirma: “existen tantas sensaciones como posibilidades cuantitativas de variación de colores primarios. Teóricamente, estas posibilidades son infinitas”. Del mismo modo, Küppers defiende que el factor cambiante de los colores viene condicionado por las sensaciones de colores heterogéneas que se encuentran en el entorno, generando diferentes estímulos de color.
Desde 1981, Küppers lleva sus teóricas sobre el color a la práctica a través del diseño y la pintura, llevando a cabo dos exposiciones sobre tu trabajo personal. En Diciembre de 1985 realiza una pequeña exposición en Hannover en la Galería Galla de Amsterdam, y en 1987 asiste como artista y diseñador a una feria en Frankfurt de la mano de la Galería Interstoff.


