Azul Revelado. Un ensayo poético de Amanda Gatti

Azul Revelado. Un ensayo poético de Amanda Gatti

Autor: Amanda Gatti

¿Qué nos acerca a un color? ¿Cuáles eran los colores que nos acompañaban en la infancia, cuando decíamos con convicción: "¡Este es mi color favorito!"?

Y ahora, si me preguntaran por mi color favorito, ¿qué respondería? ¿Qué significa tener un color favorito? ¿Quiere decir que lo visto con frecuencia? ¿Que inundo mi casa de objetos y paredes teñidas de él?

Y cuando se trata de una artista, ¿podría haber un color que insiste, que se impone sobre los otros en un cuerpo de trabajo?

Actualmente, estoy azul.
I’m blue.
Parte de la documentación fotográfica de La Plasti Ciudad del Cuerpo #3, performance-instalación realizada por Amanda Gatti en enero de 2025, Cruce / Madrid © Foto: Pedro Mendes


“La melancolía inglesa se nos contagia prontamente. Es una melancolía ovejuna, atónita, una especie de pasmo vacío, sobre cuya superficie revuelan las conversaciones sobre el tiempo, sobre las estaciones, sobre todas las cosas de las que se puede hablar largamente sin llegar al fondo, sin ofender y sin ser ofendido, un largo y leve zumbido de mosquito.”


— Natalia Ginzburg, fragmento de Las pequeñas virtudes (1962)

 

No estoy muy segura de cómo llegué al azul.

Recuerdo apenas, vagamente, haber empezado a registrar elementos azules en espacios públicos —frecuentemente grises— de Londres, una de las ciudades donde viví en los últimos cinco años desde que dejé Brasil, el país donde nací y crecí. Sintiéndome muchas veces sola en esa ciudad inmensa, que superficialmente puede parecer incluso acogedora, encontrarme con algo blue era como un encuentro reconfortante conmigo misma.

Mi proceso artístico se inicia al recorrer la ciudad a través de la práctica de la deriva, y en ese transitar de espacios, acumulo objetos y fragmentos infra-ordinarios, como propuso Georges Perec, que también sirven como pistas que muchas veces solo revelan un posible sentido después.

Hace dos años, inicié un máster en el Museo Reina Sofía, en Madrid, en un momento en que comencé a dar contornos más nítidos a mi práctica artística. Algunos de estos contornos surgieron discretamente en el color azul.

Documentación fotográfica "Azul Everywhere" por Amanda Gatti. 1. París (2024); 2. Londres (2022); 3. Barcelona (2025). Cortesía Amanda Gatti.

Inicialmente, tomaron la forma de líneas, líneas azules que enmarcaban documentos y que también trazados en el suelo, sugirieron un recorrido expositivo, un movimiento a lo largo de la exposición site-specific Inventario (2023, Madrid) —mi proyecto de fin de máster en el cual convertí mi piso en una galería de arte, presentando piezas creadas con y a partir de mis objetos personales, y de la casa misma – ese objeto a gran escala.

Con esas líneas sigo el trazo de Edward Krasiński, artista ucraniano que en sus obras desafiaba la naturaleza fija de las esculturas y los espacios.

“A principios de la década de 1970, empezó a crear instalaciones que experimentaban con formas alternativas de presentar y experimentar el arte. Krasiński transformó galerías en espacios laberínticos mediante el uso de pedestales estratégicamente colocados, objetos colgantes y cinta adhesiva azul.”

 

— (Tate Modern, s.f., traducción del autor).

View of Inventario, una exposición site-specific - septiembre-octubre 2023 / Madrid. Cortesía Amanda Gatti


Poco tiempo después, entre noviembre-diciembre de 2023, me instalé durante 12 días consecutivos (30 minutos por día) en el pequeño escaparate de DT Espacio Escénico en Chueca, jugando con realidades y planos de ese espacio mínimo, permitiendo que quienes caminaban por la calle y quienes estaban dentro del lugar vieran un paisaje flexible que conectaba el dentro y el fuera, introduciendo elementos azules como una forma de revelar posibles versiones de ese vacío.

Si en Inventario trabajaba sobre y con un espacio doméstico, en Escaparate me interesaba la idea del “no-lugar” —ese espacio intermedio que también comprendí, en algún momento, como un territorio que ocupo como persona migrante.

Hasta entonces, no tenía una fuerte intención con el color azul – confieso que lo utilizaba por puro placer estético, por ser un color vibrante y profundo, fácilmente visto en el espacio público, desde cuando aparecía teñido en uniformes de obreros y en telas de construcción, hasta en señales de tráfico. En Madrid, ciudad donde terminé estableciéndome, por ejemplo, los autobuses públicos son todos azules, son como bloques de color ambulantes recortando la ciudad diariamente.

Parte de la documentación de Escaparate, una performance-instalación duracional - Noviembre-Diciembre 2023 / Madrid © Foto: Pedro Mendes

 

“En general, no busco cosas azules, ni pago por ellas. Las cosas azules que atesoro son regalos o sorpresas en el paisaje.”


— Maggie Nelson, fragmento de Bluets (2009)

 

Al trabajar con algunas series fotográficas, vuelvo a encontrarme con los registros iniciados en Londres en 2021. Fue entonces cuando entendí esta proposición como una serie ongoing, titulada Azul Anywhere. Aquí me obsesiono de una vez por todas con el color azul – hablando en total plenitud – y lo que comenzó como un registro casual se transformó en una búsqueda casi etnográfica: recolectar fragmentos azules en los lugares por donde paso. Esta acumulación me llevó a pensar que el color también es un espacio en sí mismo.

Elementos monocromáticos —en diferentes formas y tamaños— redefinen el paisaje y el vacío. Pienso en Yves Klein, que aplicaba su azul patentado (International Klein Blue) en diferentes superficies, expandiéndolas hacia lo inmaterial.

 

Documentación fotográfica "Azul Everywhere" por Amanda Gatti. 1. Madrid (2024); 2. Dublín (2025); 3. Bruselas (2024); 4. Luxemburgo (2024). Cortesía Amanda Gatti.

A pesar de transitar por diversos medios – performance, vídeo, fotografía e instalación – mis obras se han impregnado cada vez más de azul.


Un día, alguien me preguntó: “¿Por qué azul?”

Desde entonces, esa pregunta me acompaña.

Este año, una gran amiga, al percibir esa insistencia en mis trabajos, me regaló el libro Bluets, de Maggie Nelson. Lo leí entero en una tarde, y quiero volver a leerlo muchas veces más porque lo encontré muy inspirador. Una escritura personal y poética – que tampoco se resume a una autobiografía – teje puentes para pensar el azul en relación con el amor, el dolor y la soledad.

 
 
Frames de Mapa Azul, video arte y objeto (2024). Fotografía cortesía Amanda Gatti

Mis trabajos han sido atravesados por la idea de espacio – sobre cómo ocupamos y somos ocupados por los espacios que nos rodean. Accediendo a fondo a mi memoria, percibo que mis intereses no están solamente relacionados con mis procesos migratorios, sino con el hecho de que parte de mi familia proviene de la ingeniería, la arquitectura y la mecánica. Crecí rodeada de construcciones, proyectos, estructuras que parecían sólidas, pero que para mí nunca fueron exactamente sinónimo de permanencia o rigidez. Al contrario, debía tener unos 7 años cuando comencé a jugar a montar y desmontar una serie de “plantas bajas” con ladrillos en el patio de la casa de mis abuelos, como límites imaginarios para casas que nunca serían construidas, que no eran más que estructuras maleables. Así como en los juegos de la infancia, hasta hoy no me conformo con la forma de las cosas; creo sobre todo en la experimentación — y en la poética del gesto.

Desde hace tres años, en mi investigación exploro la tensión entre materialidad y funcionalidad, efimeridad y desplazamiento. En La Plasti Ciudad del Cuerpo (serie de performance-instalación), fusiono mi cuerpo con objetos con el fin de crear figuras arquitectónicas efímeras. Objetos descartados, recogidos de las calles y pintados de azul, son incorporados al cuerpo, generando un desplazamiento funcional que da origen a un cuerpo-espacio monocromático y denso, definido por la acumulación y por la precariedad de las formas. A partir de esa mutabilidad entre cuerpo y objeto, sostengo estas composiciones por el máximo de tiempo posible, evocando ruinas sostenidas en el paisaje, inestables y transitorias.

Aquí el azul se convierte en gesto.

1. Parte de la documentación fotográfica de La Plasti Ciudad del Cuerpo #3, performance-instalación realizada por Amanda Gatti en enero de 2025, Cruce / Madrid © Foto: Pablo Estrada. 2. La Plasti Ciudad del Cuerpo, foto performance (2025). Cortesía Amanda Gatti


En este momento me encuentro en Dublin, capital de Irlanda, y puedo notar fácilmente salpicaduras de azul en la ciudad. Tal vez mi mirada ya esté entrenada para cazarlo dondequiera que vaya, sin embargo, aquí es innegable la predominancia del verde — que me satura un poco.

Al llegar al cierre de este breve ensayo, me doy cuenta de que el azul es en mí, sobre todo, un síntoma. Es un color asociado a diversas definiciones a lo largo de la historia del mundo, y que, por más que intente definirlo, aún no comprendo del todo qué me llevó hacia el azul — o si fue él quien vino hacia mí.

Soy una artista que prioriza el proceso, que es siempre único en cada proyecto, pues está intrínsecamente ligado a mi vida. Ahora entiendo que necesito atravesar este azul, dejar que se manifieste sin intentar contenerlo.

Me pregunto: ¿Qué vendrá después del azul?


Documentación fotográfica "Azul Everywhere" por Amanda Gatti. 1. Madrid (2024); 2. Cuenca (2025). Fotografía cortesía Amanda Gatti.

Por último, hago algunas menciones a Estudo para um enriquecimento interior, de Helena Almeida, Blue, de Joni Mitchell, O Eu e o Tu: Série Roupa-Corpo-Roupa, de Lygia Clark, y Blue, de Derek Jarman. Mi lista de referencias es extensa, dejando, quizás, ese tema para otra ocasión.

Créditos:

Traducción al inglés realizada por Pedro Mendes